En el mundo de la logística y los transportes, es importante contar con estándares que ayuden a los proveedores y usuarios. Hablamos de leyes y normativas como la clasificación IMO de cargas y mercancías. Ya se trate de legislaciones que afectan a la cantidad de mercancía o a su tipología, todas buscan facilitar los trámites, especialmente en las aduanas. Al llegar a estos puntos de envío entre países solían surgir fricciones debido a que las materias primas y los productos elaborados podían tener diferentes clasificaciones a cada lado de la frontera.
Gracias la normativa IMO, las empresas de transporte de mercancías como la nuestra pueden realizar sus envíos de sustancias peligrosas de forma segura y coordinada. La existencia de marcos comunes ahorra tiempo al fabricante y, por tanto, acaba beneficiando al consumidor final.
¿Cómo se realiza la clasificación IMO de cargas y mercancías?
La clasificación IMO de cargas y mercancías parte de la definición de mercancía peligrosa y ayuda a entenderla, dividiendo este tipo de elemento en varias clases.
Las mercancías peligrosas son aquellas que pueden representar un riesgo para la salud o la seguridad de las personas. También se entiende que el riesgo puede padecerlo el medio ambiente. El traslado de este tipo de sustancias debe realizarse de forma segura y eficaz. Se deben cumplir estrictas condiciones que garanticen la seguridad y minimicen los riesgos durante el trayecto.
Se pueden encontrar nueve clases de mercancías peligrosas en total, según la clasificación IMO. Son las siguientes:
Explosivos
Estas sustancias pueden producir daños por explosión, a menudo debido a una reacción química concreta.
Gases
Los gases pueden ser licuados, comprimidos o refrigerados. A su vez, también se puede hablar de gases inflamables con la temperatura, gases tóxicos y gases no tóxicos pero dañinos.
Líquidos inflamables
Son líquidos que en 38 grados o más son inflamables. La gasolina o el petróleo son algunas de las sustancias que encajan en esta categoría.
Sustancias o sólidos inflamables
Se trata de sustancias inflamables que tienen asociado un riesgo de incendio importante.
Sustancias oxidantes y peróxidos orgánicos
Este tipo de elementos pueden provocar combustión al impactar con otras sustancias. Ante temperaturas normales o elevadas, existe un riesgo de descomposición que se traduce en una posible explosión.
Sustancias tóxicas e infecciosas
Se refiere a un tipo de sustancias que pueden provocar daños en la persona al contacto o tras la ingestión (tóxicas). También se denominan infecciosas si son capaces de ser transmitidas entre personas.
Sustancias radiactivas
Las sustancias radiactivas representan un grave peligro, ya que sus diferentes variantes tienen capacidad de emitir radiación a cierta distancia. Se distinguen entre sí por una serie de etiquetas blancas y amarillas con números en su interior.
Corrosivos
En esta categoría se encuentran diferentes materiales líquidos o sólidos que provocan daños por corrosión en la piel y en las mucosas. En la etiqueta se encuentran dos mitades, una blanca y una negra. Sobre ellas hay un tubo de ensayo que provoca daños en una mano. Es un material que afecta de forma nociva a las personas, por lo que es importante tenerlo identificado siempre.
Artículos y sustancias peligrosas
Hay muchas sustancias que no encajan en ninguna de estas 8 categorías. En la naturaleza hay miles de elementos que, a su vez, han sido modificados científicamente. Esta variedad ha traído como resultado una amplia gama de materiales que no se pueden clasificar en categorías como las descritas anteriormente.
Para identificar estos elementos es importante añadir información extra que ayude a comprender las especificaciones de estos materiales. Así, la clasificación IMO de cargas y mercancías se ha mostrado como un sistema muy útil en lo que se refiere a transportes y logística.