El transporte de frescos está regido por unos requisitos muy estrictos. Esto es normal, ya que el sector alimenticio debe cuidar al máximo las condiciones de elaboración, manipulación y transporte de sus productos, los cuales pueden causar daño a un gran número de personas. En esta entrada descubrirás los requisitos que los transportistas deben cumplir.
Mantenimiento de la temperatura óptima
Los alimentos frescos requieren de unas temperaturas determinadas para su transporte y manipulación. La carne, la leche, las verduras o las frutas necesitan unas temperaturas de conservación entre los 4 y 7 ºC. Esto ralentiza la acción de los aminoácidos y gérmenes que descomponen los materiales orgánicos. Así, se evitan contagios de enfermedades alimentarias entre la población.
Vehículos siempre limpios
La limpieza es otra de las claves en el transporte de alimentos frescos. Además de las instalaciones de producción, las unidades de transporte deben estar totalmente limpias y desinfectadas. Esto impide que los alimentos adquieran nuevos patógenos o suciedad, la cual puede generar todo tipo de contaminaciones cruzadas.
Al no limpiar los vehículos, aparte de dar una mala impresión, las personas con intolerancias se pueden ver afectadas. De nada sirve elaborar un alimento sin gluten si este es transportado en un vehículo que antes ha llevado harina de trigo refinada. Además, los transportes deben dedicarse en exclusiva al transporte de alimentos.
Renovación del aire
Toda empresa de transportes debe garantizar que el aire se renueva en sus vehículos. Esto impide que los olores de unos alimentos sean captados por otros. Asimismo, los vehículos deben ser isotermos, es decir, han de mantener la misma temperatura en toda la cámara. De otro modo, al haber una disparidad de temperaturas en el mismo área unos alimentos podrían empezar a pudrirse, lo cual afectaría al resto.
Un buen ejemplo es el de la fruta. Si colocas una que esté podrida, acabará por afectar al resto. Esto se debe a que los agentes encargados de la degradación pasan de una fruta a otra, no importa que las afectadas estén recién cogidas del árbol y aún les falte semanas para empezar de manera natural.
El tiempo de viaje debe ser mínimo
Un viaje corto reduce las posibilidades de fallo en la cadena de frío, la cual garantiza la temperatura óptima de conservación de los alimentos. Esta debe mantenerse en toda la cadena de producción, desde la fábrica hasta el consumidor final. La fase del transporte es crítica, ya que un mero despiste o un retraso puede echar a perder la cadena.
Conclusiones
El transporte de frescos debe seguir estos requisitos para cumplir su misión con éxito. La compañías de transporte de alimentos las suelen cumplir a rajatabla, por lo que no debes preocuparte de un posible fallo. Existen todo tipo de controles, los cuales son muy estrictos.